Las artes marciales chinas aportan amplios conocimientos y una historia milenaria. Desde la antigüedad el pueblo chino las han practicado y utilizado además de para la defensa, como un medio para fortalecer la salud corporal o incluso curar, ciertas enfermedades.
Su práctica desarrolla la constancia, determinación, y el carácter, adquiriendo habilidades que nos capacitan para afrontar cualquier obstáculo en la vida o defendernos de la violencia a través del mejoramiento de nuestra capacidad de lucha.
El Choy Lee Fut en particular tiene una tradición de más de 200 años desde que su fundador, Chan Heung unificara las enseñanzas de sus maestros; su entrenamiento comenzó a la temprana edad de 7 años cuando empezó a aprender Kung Fu con su tío. Este hecho marco el inicio del estilo, destacando en la actualidad como uno de los sistemas de Kung Fu más practicados fuera de China.
La iniciación temprana en niños y adolescentes del Choy Lee Fut Kung Fu despierta el placer por el movimiento, necesidad natural e indispensable en todo ser humano, permitiéndoles mejorar su salud, desarrollar al máximo su rendimiento físico, mental y social, crear hábitos de higiene individual, fomentando la amistad y las relaciones con otras personas.
Las clases son guiadas por profesores con experiencia, usando metodologías propias para la edad de los estudiantes. Entre los 6 y los 12 años se tiene una edad ideal para comenzar la práctica, siendo recomendable realizarse 3 veces por semana. Para comenzar solo se necesita ropa tipo deportiva, apoyo de la familia e ilusión por aprender.
Se enseñan ejercicios de respiración, flexibilidad y coordinación, junto a las diferentes rutinas tradicionales chinas de movimiento que permiten involucrarse en el arte marcial de una manera didáctica y entretenida.
Las ventajas de aprender artes marciales son muchas más que los inconvenientes. Aquí os damos algunas:
1. Desarrollo de la psicomotricidad
Para ser un buen artista marcial se necesita aprender muchas habilidades tanto de postura como de movimiento, De forma lúdica se trabajan conceptos relativos al espacio (arriba/abajo, delante/detrás, derecha/izquierda,…), al tiempo (rapidez, ritmo, duración,…), destrezas motrices necesarias para el equilibrio, la vista, etc. esta interacción entre el conocimiento, la emoción, el movimiento; les desarrolla como personas, aumenta su conocimiento del cuerpo y su capacidad para expresarse con él, relacionándose con el mundo que los envuelve.
2. Coordinación y equilibrio
Las técnicas trabajan de forma simultánea brazos y piernas con movimientos diferentes, ejecutarlos con la necesaria rapidez aportará coordinación y equilibrio, usando los dos hemisferios del cerebro a la vez y propiciando un desarrollo armónico de nuestro cuerpo.
3. Sensibilidad artística
Por encima de cualquier requerimiento técnico, es un arte. Siendo así, desarrolla la creatividad a través de la experimentación, canaliza la exteriorización de los sentimientos y fomenta el desarrollo del criterio artístico.
4. Capacidad de autoescucha y reflexión
Es evidente que para dominar ya sea el cuerpo o cualquier instrumento (Palos, espadas o sables, abanicos, etc.) hay que escuchar y prestar atención a lo que se está realizando, analizarlo y corregir lo que sea necesario. Con el tiempo, el hábito de formarse a uno mismo va más allá, propiciando el análisis y la reflexión sobre nosotros mismos.
5. Empatía y habilidades sociales
Además del análisis sobre uno mismo, para poder practicar en grupo es imprescindible escuchar y prestar atención a los demás, por lo que favorece la empatía, desarrollándose también las habilidades sociales necesarias para relacionarse con los demás.
6. Educación en valores
El aprendizaje no es fácil ni rápido. Requiere trabajo constante, esfuerzo y perseverancia; tienen un maestro al que seguir y unos hermanos mayores en el aprendizaje que les ayudan y a los que imitan, reforzando los valores morales que siempre han sido fundamento de las artes marciales.
7. Autoestima
Los pequeños avances que día a día experimentará serán una fuente de satisfacción que gratificará todo el esfuerzo invertido. El control sobre sí mismo será mayor, con lo que también crecerá la motivación y el perfeccionismo. Al mismo tiempo, al representarlo en público deberán superar sus miedos.
8. Serán más responsables y cuidadosos
Cada estudiante utiliza un material, que requiere cierto cuidado en su manipulación o mantenimiento y necesita que seamos responsables y cuidadosos con ellos.
En definitiva, es un ejercicio de lo más completo, que ayuda a los chicos a desarrollar sus capacidades intelectuales, sociales y personales mientras se divierten. ¿Qué más se puede pedir?