En los últimos tiempos se han hecho populares una gran cantidad de terapias, cuya base se aleja de los límites aceptados por el pensamiento científico occidental. Los derivados de la medicina china, en particular la acupuntura, la fitoterapia y los ejercicios de Chi kung, se encuentran entre los mas destacados y disfrutan de un gran reconocimiento entre muchas personas que han experimentado su beneficios.
El Chi Kung (Qi Gong) forma parte de la Medicina Tradicional China, en términos análogos a la Acupuntura, la Moxibustión, los Masajes (Tui Na), una correcta alimentación, los tratamientos con hierbas medicinales u otros métodos holistas, que devuelven al sistema energético humano sus pautas naturales.
Tanto en la teoría como en la práctica, el Chi (Qi), y los diversos papeles que desempeña en el organismo humano, forma parte de la esencia misma de la medicina tradicional china y del Chi Kung, considerándose el componente más básico de la vida, la fuerza formativa que la sustenta, y el poder que impulsa todas las actividades y cataliza todas las transformaciones, tanto mentales, emocionales como físicas. Aunque su naturaleza sigue siendo uno de los grandes misterios de la vida; sin embargo, sus efectos son visibles y tangibles.
La medicina china reconoce el Chi (Qi) en cada objeto existente en la naturaleza, pudiéndose deducir igualmente que el Chi Kung es una ciencia que estudia la naturaleza, la interacción de sus elementos y sus acciones, y en especial las que afectan de un modo u otro al hombre. Si razonamos que el Chi o energía en el ser humano es la fuente de su vida, entonces si conocemos como funciona y como se puede regular, podríamos ser capaces de llevar una vida larga y sana, siendo por ello el principal objetivo del Chi Kung.
Para la medicina china, la enfermedad física es la última manifestación sintomática del desajuste energético causante del desequilibrio interno, considerado la raíz de los síntomas tanto fisiológicos como psicológicos de la enfermedad, tratando de detectar y corregir la anormalidad, deficiencias u obstrucciones del sistema energético humano antes de que arraigue somáticamente y provoque un daño físico permanente. Para ello aplica distintas terapias, entre ellas el Chi Kung, considerado un método efectivo para equilibrar o armonizar los tres niveles: cuerpo, energía y mente, capaz de hacer que el sistema energético recupere la normalidad, para posteriormente reparar el daño físico, eliminar toxinas, sustituir células y reconstruir tejidos, siguiendo el plan inscrito en el ADN, curando de este modo todo el sistema.
Como podemos observar en múltiples tratados y libros de medicina china, aunque la aplicación del Chi Kung es básicamente preventiva, igualmente la consideran importante ya que puede influir en muchos aspectos sobre el cuerpo humano, por ejemplo: eliminando perturbaciones emocionales, o mejorando el estado fisiológico y bioquímico del cuerpo. El relax, la quietud y la respiración durante el ejercicio, contribuyen asimismo al descanso, la recuperación y la regulación del organismo, disminuyendo también el consumo de energía y fortaleciendo el cuerpo.
Por lo anteriormente expuesto el Chi Kung nos ayuda a desarrollar una fuerza interior que nos capacita entre otras, para crear una resistencia contra las infecciones y las enfermedades en general. Regula el equilibrio tanto físico como mental, proporcionando una salud integral y por tanto un mejor rendimiento.
Existen muchos sistemas de Chi Kung con más o menos complejidad y todos mantienen alguna implicación con la Medicina Tradicional China. El sistema Lohan Chi Kung presente en el estilo Choy Lee Fut posee una muy probada metodología y una división entre la materia de enseñanza que pocos de los sistemas más conocidos pueden igualar.