La Medicina Tradicional China postula que si la nutrición es adecuada, la energía será abundante, los órganos estarán bien nutridos y el “Shen” florecerá (nuestro sistema nervioso y nuestras emociones estarán en armonía), considera esencial el regular la alimentación y seguir una dieta adecuada, realizar ejercicio, hacer prácticas respiratorias y cuidar la higiene personal, restableciendo el equilibrio energético de nuestros órganos internos, pudiendo así remediarse las dolencias leves y por consiguiente llegar a un estado de salud. Constituye pues un elemento muy importante en la medicina tradicional china.
La Dieta Tradicional China (alimentación de temporada)
Se considera que la mayoría de los alimentos son medicinales, sin embargo en la cultura china una dieta equilibrada, no es necesariamente aquella que contenga la cantidad adecuada de proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas, sino por el contrario aquella que equilibra las energías del cuerpo, manteniendo una adecuada relación entre las fuerzas Yin y las Yang. El Nei Ching, nos explica según la antigua tradición, los diversos tratamientos de muchas afecciones mediante el uso de los distintos sabores.
Cómo seguir una dieta china
La dieta tradicional china incluiría una gran proporción de alimentos neutros y variaría según la constitución del individuo. Debería estar equilibrada conteniendo alimentos yin y yang al objeto de compensar los excesos y las carencias del cuerpo de un modo específico, satisfaciendo las necesidades propias de cada individuo, mejorando considerablemente su sensación de bienestar y por tanto su salud, al comer o evitar determinados alimentos que se consideran perjudiciales para él, mientras que para otro pueden ser beneficiosos.
Como vemos un primer paso consiste en identificar la constitución del individuo, que puede tener una constitución caliente (yang) o fría (yin). Los primeros deben consumir alimentos que contengan energía fría o fresca; mientras que los segundos deben consumir básicamente alimentos que contengan energía caliente o templada. La dieta debe asimismo adaptarse a los cambios climáticos y de estación (alimentación de temporada).
Al igual que en la aplicación de las hierbas en la medicina Tradicional China, cada alimento posee una naturaleza, una cualidad asociada a los cinco elementos (sabor, olor y color) y también unos efectos sobre el cuerpo (efectos sobre el Chi). Esta utilización de los alimentos es básicamente energética y hace referencia a la cualidad del Chi de cada nutriente. Siguiendo este modelo se establece una clasificación de los alimentos tonificantes o sedantes que corresponden a cada elemento y luego se usan en la prescripción médica para tonificar o sedar un órgano determinado.
Por otro lado se clasifican de los alimentos en diferentes categorías, la fundamental yin y yang, pero a ella se asocian las cuatro energías, los cinco elementos, los cinco sabores y el movimiento del Chi. Dichas categorías se vinculan entre sí y se tienen muy en cuenta a la hora de recomendar una dieta adecuada, ya que un equilibrio en lo que comemos nos brinda mayores posibilidades de mantener la salud.
El yin y el yang
Todos los alimentos contienen aspectos yin o yang, pero algunos pertenecen de modo predominante a una u otra categoría.
Se consideran yin los alimentos fríos y frescos, Amargos, salados, húmedos, suaves y de color oscuro, los alimentos acuáticos, como el pescado y las algas, los que crecen en la oscuridad o bajo tierra, como los champiñones y las raíces, poseen mayor contenido de potasio, son de climas cálidos, crecen más deprisa, se hacen más grandes, más altos, son más suaves, acuosos, crecen hacia arriba sobre suelo o horizontalmente bajo tierra y tienen las hojas más grandes; se emplean para tratar dolencias relacionadas con el calor, causadas por un exceso de yang (por ejemplo, la gripe, el estreñimiento y los eczemas).
Se consideran yang los alimentos cálidos y templados, secos, duros, y por regla general presentan una tonalidad clara, son dulces y picantes. Poseen mayor contenido de Sodio, son de climas fríos o frescos, crecen más despacio, son más pequeños, más bajos, crecen horizontalmente sobre suelo o crecen verticalmente bajo tierra y tienen las hojas más pequeñas; empleándose para tratar dolencias relacionadas con el frío causadas por un exceso de yin como sentir frío, tener diarrea o sufrir reumatismo articular crónico.
Se consideran neutros o “equilibrados” algunos que no son Yin ni Yang, y por tanto se consideran como alimentos de uso corriente. Si bien suelen estar también clasificados en relación a los cinco elementos como el arroz (metal) o la mayoría de los cereales pues en ellos no predominan ni el frío ni el calor.
Las cuatro energías
Las cuatro energías son: caliente, templado, frío y fresco, e indican el efecto básico que ejerce un determinado alimento sobre el cuerpo, no su temperatura.
También se clasifican según la energía intrínseca o naturaleza del alimento en:
- Alimentos calientes y templados: tonifican, calientan, ascienden, mueven.
- Alimentos neutros: estabilizan, armonizan, centran.
- Alimentos frescos y fríos: refrescan, sedan, astringen, hidratan.
Los cinco elementos y los cinco sabores
La teoría de los cinco elementos se basa en la idea de que todos los fenómenos del universo son el resultado del movimiento y mutación de las cinco categorías: madera, fuego, tierra, metal y agua, también conocidas como las cinco fases. Para gozar de buena salud, estos elementos deben estar en armonía. Los alimentos y las plantas se emplean para equilibrar los elementos dentro del cuerpo. Los cinco sabores son: picante, agrio, amargo, dulce y salado.
La teoría de los cinco sabores puede considerarse una subcategoría dentro de los cinco elementos. El término “sabor” hace referencia a la naturaleza curativa de un alimento o planta y no necesariamente a su sabor tal y como se entiende en Occidente. Cada sabor tiene una característica energética diferente según el efecto que producen en el organismo tras su digestión. En cantidad moderada, cada sabor, tonifica un órgano, en exceso lo daña. Una dieta equilibrada debe contener todos los sabores pero con preponderancia del sabor dulce.
PICANTE: Tonifica el elemento Metal (Pulmón – Intestino Grueso); Tiene naturaleza Yang (ayuda a ascender la energía hacia arriba y hacia fuera); En cantidad moderada promueve la circulación de la Sangre actúa directamente sobre el “Chi” (energía vital), evitando los estancamientos, y en exceso: sobre estimula los pulmones agotando el Chi y la Sangre. Entre los alimentos picantes se encuentran el ajo, el jengibre y las cebolletas.
AGRIO O ÁCIDO: Tonifica el elemento Madera (Hígado – Vesícula Biliar), tiene naturaleza Yin (función nutritiva y de absorción): astringe, contrae la energía hacia adentro y actúa sobre el hígado y la vesícula biliar (elemento Madera). Los alimentos ácidos son útiles en la pérdida de líquidos orgánicos (vómitos, diarrea, sudor excesivo, hemorragias), promueven la secreción biliar, desintoxicantes y alcalinizantes, evitan el estancamiento de Chi, actúan directamente sobre los tendones y en exceso, pueden crear Humedad. Se consideran agrios los limones, las manzanas y los kiwis.
AMARGO: Tonifica el elemento Fuego (Corazón – Intestino Delgado), tiene naturaleza Yin, favorece el drenaje y la eliminación hacia abajo: evacuación y diuresis; Seca, favorece la digestión, abre el apetito y actúa directamente sobre la Sangre. Por ese motivo, hay que vigilar el exceso de sabor amargo en casos de deficiencia de sangre y/o líquidos orgánicos. Se consideran amargos el café, el té y las almendras.
SALADO: Tonifican el elemento Agua (Riñón – Vejiga); tiene naturaleza Yin (mueve la energía hacia dentro y hacia abajo), actúa directamente sobre los huesos. En cantidad moderada: humedece, lubrifica, ablanda, suaviza, desintoxica, pero en exceso: sobre estimula los riñones, y en consecuencia los daña; también debilita los huesos, la sangre y el corazón. Son salados los mejillones.
DULCE: Tonifican el elemento Tierra (Bazo – Estómago); Tiene naturaleza Yang (ayudan a ascender la energía). En cantidad moderada: armoniza, refuerza, tonifica, promueve la producción de líquidos orgánicos (lubrifica). En exceso favorece la producción de humedad y flema. Los alimentos dulces según la MTC, actúan directamente sobre la carne (músculos) y están en mayor o menor medida en muchos alimentos. Son dulces los dátiles, el arroz, el pollo y el cerdo.
Nota: Muchos alimentos pueden tener combinaciones de más de un sabor, como en el caso del tomate que es dulce y ácido o el limón que presenta los mismos sabores pero con distinta naturaleza.
Existe un sexto sabor que es de naturaleza Yang que es el sabor SOSO, insípido o neutro.
Según su COLOR
El color es vibración, energía y por tanto cada alimento, según sea su color, afectará de diferente forma al organismo.
- ROJO: Tiene afinidad por el Corazón, promueve la circulación de la sangre, tonifica, calienta, revitaliza y estimula la sexualidad.
- AMARILLO: (Naranjas, marrones) Tienen afinidad por el Bazo – Estómago, estabilizan, equilibran y templan.
- VERDE: Tiene afinidad por el Hígado, tonifica la Sangre de Hígado, desintoxica, depura.
- NEGRO: (es el color más Yin y más profundo): Tiene afinidad por el Riñón y la Vejiga, nutren la energía más profunda del organismo (Jing) y la Sangre, astringe y refresca.
- BLANCO: Refuerza el Pulmón – Intestino Grueso. Purifica.
Según la DIRECCIÓN que inducen
ASCENDENTE: Los alimentos que inducen a ascender la energía son, en especial, los de sabor DULCE + PICANTE y de naturaleza CALIENTE + TEMPLADA: Cebolla, puerros, hinojo, ajo, jengibre, pimienta, canela, clavo, nueces, tomillo, orégano, etc.
Se usan en: prolapsos, diarreas, pesadez de piernas, cansancio, apatía y otros.
DESCENDENTE: Son en especial, los de sabor AMARGO + SALADO y de naturaleza FRÍA + FRESCA: Diente de león, achicoria, té, cerveza de trigo, algas, etc. Se usan como laxantes y diuréticos, en cefaleas, migrañas, hipertensión, náuseas, vómitos.
CONCENTRAN Y RECOGEN: Inducen a concentrar y recoger la energía hacia dentro (astringencia). Son en especial, los de sabor ÁCIDO + SALADO y de naturaleza FRESCA + NEUTRA: Frambuesa, naranja, mandarina, escaramujo, azukis, tomate, algas, sepia, calamar, etc.
Se usan en caso de pérdida de líquidos orgánicos: sudor, diarrea, hemorragias, vómitos y en personas convalecientes, en invierno. Hay que evitarlos en caso de fiebre, resfriado, etc. porque ayudarán a que el factor patógeno penetre más adentro.
DISPERSAN: Inducen a dispersar la energía hacia fuera. En especial, los de sabor PICANTE. Los alimentos PICANTES CALIENTES – TIBIOS se usan para eliminar Viento Frío: ajo, chilli, pimienta, jengibre, canela. Los PICANTES FRÍOS se usan para eliminar Viento Calor: menta, rábano, etc.
Clasificación según el meridiano
Cada alimento tiene un meridiano de impacto principal:
Por ejemplo: la pera el meridiano del pulmón, las espinacas el del hígado, la calabaza el del Bazo, las castañas el corazón, los azukis el riñón. Según el movimiento de la energía que inducen.
El método de cocción también influye en la energía del alimento
- FRÍO: Crudo
- FRESCO: Escaldado – Salteado
- NEUTRO: Vapor – Hervido
- TIBIO: Frito – Estofado – Guisado
- CALIENTE: Barbacoa – Horneado – Parrilla – Recalentado
Alimentos más FRÍOS: Cocciones más cortas, menos fuego, menos presión, más agua y menos sal.
Alimentos más CALIENTES: Cocciones más largas, más fuego, más presión, menos agua, más sal.
Atendiendo a la Estación:
Primavera – Elemento madera
Durante esta época se genera una energía idónea para limpiar y tonificar todo el organismo, en especial, depurar el hígado y la vesícula biliar; lo conseguiremos ingiriendo vegetales con hojas de color verde en general como las lechugas, la rúcula, la hierba de trigo, alimentos ácidos (vinagres, chucrut, limón, etc.) y germinados, cargados de nutrientes que comienzan a brotar y que nos aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales. Además de que nos empiecen a refrescar en suma para prepararnos para el verano, la estación más cálida del año.
Una mala gestión de la emoción de la madera, la ira y la rabia congestiona el hígado, órgano encargado de “limpiar” el organismo de tóxicos, tanto los físicos como los emocionales. Por ello es importante ayudar al hígado con un alimentación depurativa.
Empezaremos en esta estación a introducir frutas y verduras crudas y a hacer cocciones más cortas y ligeras como los salteados o la cocción al vapor.
Verano – Elemento fuego
Es un buen momento para depurar el sistema circulatorio con frutas rojas como la sandía, las cerezas, los tomates o pimientos rojos, etc. También irán muy bien las hojas frescas de sabor amargo como las endivias, rúcula, berros de agua, diente de león, y otros. Conviene ingerir alimentos ligeros, ricos en agua, para favorecer la hidratación y no perder vitaminas y minerales, además de refrescar el cuerpo. El sabor amargo nos ayuda a disminuir la energía y a no acumular calor en la parte alta del cuerpo.
Elemento tierra – Verano tardío (septiembre y octubre)
La época que va desde el final del verano hasta la época más fría del otoño, es decir, septiembre y octubre, también se considera una estación en MTC. Es un buen momento para armonizar el sistema digestivo y reconstituir el organismo.
El órgano y la víscera asociados a la tierra son el bazo y el estómago, imprescindibles en el proceso digestivo. Una buena digestión es imprescindible para que el resto del organismo funcione correctamente y esté sano.
Habrá que tonificar el sistema digestivo y para ello serán unos buenos aliados los alimentos que están en contacto con la tierra y de color naranja, como por ejemplo la calabaza o la zanahoria. El mijo es el cereal por excelencia de esta época y que favorece las digestiones. Debemos empezar a dejar los alimentos crudos para volver poco a poco a introducir alimentos cocinados, que nos resulten más fáciles de digerir y que nos ayuden a reconstituirnos preparándonos para el otoño y el invierno.
Debemos tomar alimentos de sabor dulce, suave y natural y lo encontramos en las verduras dulces como la calabaza o las frutas como el melocotón, alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción lenta, que nos garantizan unos niveles de glucosa en sangre normales. Y ayudan a reducir la preocupación, no teniendo pensamientos repetitivos, a no dar “demasiadas vueltas” a las cosas, lo que nos quita energía y fuerza.
Otoño – Elemento metal
Se asocia al pulmón, el intestino grueso y la piel, órganos y vísceras, importantísimos para una buena eliminación y evacuación de residuos tóxicos. Se encarga también del sistema inmunitario y de la protección frente a agentes patógenos. Se recomienda hacer infusiones con jengibre, ya que el sabor relacionado es el picante y este nos calienta y moviliza la energía del cuerpo. Sin olvidar las setas, que estimulan la función del sistema inmunitario y van bien para evitar los resfriados del invierno. Los alimentos blancos como la coliflor, el ajo, la cebolla, la pera, el nabo o el kudzu (Pueraria Lobata), una raíz seca muy recomendada para cuidar el intestino grueso y el sistema respiratorio.
En el otoño debemos aumentar la energía defensiva del organismo, desintoxicar el intestino grueso y repoblar la flora bacteriana, purificar los pulmones y hacer ejercicios respiratorios.
Invierno – Elemento agua
La época más fría del año que nos induce a protegernos del frío, todos los alimentos oscuros (sésamo negro, castañas) y salados (peces y algas) nos nutrirán los riñones, la vejiga y el aparato reproductor. También son especialmente adecuadas las raíces de lo profundo en la tierra. Por tanto, el nabo (sobre todo el nabo negro), la chirivía, la zanahoria o la remolacha son alimentos ideales para nutrir los riñones, órganos que, según la MTC, son el almacén de energía, por lo que es necesario cuidar este sistema para mantenernos jóvenes y vitales.
Por este motivo, es el momento de nutrir la parte más interna de nuestro organismo (huesos, médula y cerebro). Para hacerlo -o para no perder calor-, hay que comer alimentos calientes como el trigo sarraceno, los ajos, la canela o la avena, y también ligeramente picantes, que nos ayudarán a movilizar la energía hacia las extremidades. También conviene hacer cocciones largas y tomar sopas (es decir, agua), que serán mucho más nutritivas si añadimos huesos (lo más interno de un animal) o espinas y algas (provenientes del mar y ricas en minerales).
En cuanto a las frutas, las frutas más oscuras, como las moras, son ricas en antioxidantes, sustancias anti envejecimiento. Las legumbres también son ideales para esta época del año. En oriente utilizan las judías azuki, unas legumbres de color oscuro con forma de riñón (aspecto muy indicativo de por qué nos van bien).
TABLA DE ALIMENTOS POR TEMPORADA
MADERA | FUEGO | TIERRA | METAL | AGUA | |
Estación | Primavera | Verano | Verano tardío | Otoño | Invierno |
Donde actúan | Hígado V. Biliar | Corazón I. Delgado | Bazo-Páncreas Estómago | Pulmón
I. Grueso |
Riñón Vejiga |
Color | Verde | Rojo | Amarillo | Blanco | Negro/Azul oscuro |
Sabor | Ácido | Amargo | Dulce | Picante | Salado |
Tipo de crecimiento | Hojas, brotes y fermentados | Hojas, frutas y flores | A ras de tierra, redondas | Raíces picantes y grano | Raíces y grano |
Nutrientes | Lípidos y grasas | Vitaminas | Hidratos de carbono | Proteínas | Sales minerales |
Cocciones | Al vapor, salteados, escalfados | Crudos | Hervidos al vapor | Cocciones presión | Cocciones largas |
Alimentos | Hojas verdes, hojas amargas, brócoli, chucrut, germinados, trigo, pollo | Sandia, cerezas, granadas, achicoria, endivias, pomelo, maíz, ovinos | Cebolla, calabaza, zanahoria, mijo, vacunos | Nabo, jengibre, rábanos, arroz, kudzu, ajo, cebolla, coliflor, arroz, equinos | Algas, raíces, legumbres (azukis, sopa negra, lentejas, etc.), pescado, sopas y caldos, cerdo |
El papel fundamental de la dieta será “la prevención de la enfermedad”. Pero además se puede utilizar para el tratamiento de los patrones de desarmonía entre el calor y el frío, el yin y el yang, lo interno y lo externo y la sangre y el Chi.
Por lo que no será una dieta fija donde solo se tiene en cuenta la tipología del paciente, sino más bien es una dieta dinámica donde se necesita el consejo de un profesional en la materia, o unos conocimientos básicos de medicina china ya que puede variar según el diagnóstico energético del momento.